Otras visiones, nuestroamericanas del Sistema Mundo
Algunas notas sobre los textos de :
PACHÓN SOTO, Damián. Nueva Perspectiva filosófica en América Latina: El grupo Modernidad / Colonialidad
MIGNOLO, Walter Desobediencia epistémica. Retórica de la modernidad, lógica de la colonialidad y gramática de la descolonialidad. Buenos Aires: Ediciones del Signo. 2010, 126 pp.
ESCOBAR, Arturo, “Mundos y conocimientos de otro modo” http://www.decoloniality.net/files/escobar-tabula-rasa.pdf. ciencia política N° 5 enero-junio 2008 issn 1909-230x / págs. 8-35
Este Texto detalla la perspectiva de búsqueda, de nuevos lenguajes, de un nuevo episteme, en cuanto a los conceptos ya trabajados de Sistema Mundo. Bajo el criterio de autoridad de Wallerstein, este grupo busca su espacio dentro de la élite mundial de pensadores del Sistema Mundo, tal como se concibe desde el centro del sistema, hacia la apertura de caminos nuestroamericanistas.
Lo llamativo es que las líneas de trabajo, se conciben, nuevamente, desde la visión del centro de poder, desde EEUU. Sin embargo también es interesante ver como se deslinda la historia, se toma a Ayala, pero se desconoce a Bolívar, por lo que se crean huecos negros, en las luchas de resistencia de nuestros pueblos, espacio desde donde se protege la esencia de la identidad cultural.
Percibimos que se trata de una búsqueda de nuevos espacios en el mundo de la filosofía, que encuentren la manera de cortar el cordón umbilical con la filosofía europea. De allí el nombre de Modernidad / colonialidad; visualizándose a sí mismos como “el otro” frente a los conceptos de colonialidad. Qué se crea en esta visión, un antagónico al eurocentrismo, utilizando sus mismas armas, lo quiere decir ubicándonos en otra acera, más no se busca una integralidad, donde se ubique a cada uno en el contexto que realmente le pertenece, con el debido respeto a la soberanía, autodeterminación, reciprocidad, Aclarar la posesión del SER y la del OTRO, como iguales.
Entretejeremos, conceptos de otros textos, propuestos en clase, para ir trabajando simultaneamente a varios autores.
“El objetivo del presente ensayo es presentar un nuevo movimiento filosófico y político surgido en América Latina. Se trata del Grupo Modernidad / Colonialidad (mc). Para llevar a cabo el objetivo dividiré el ensayo en dos partes. En la primera, presentaré el grupo, sus integrantes, sus principales características y su ubicación en el panorama filosófico del siglo xx. En la segunda, se expondrán las bases conceptuales del grupo, los principales aportes teóricos, así como su pensamiento crítico. En esta parte se tratarán conceptos como sistema-mundo, mito de la modernidad, colonialidad del poder, colonialidad del saber, violencia epistémica, el punto cero y colonialidad del ser.”
“El Grupo Modernidad/Colonialidad
En una ponencia presentada en el Tercer Congreso Internacional de Latinoamericanistas en Ámsterdam (julio de 2002), Arturo Escobar, antropólogo colombiano y profesor de la Universidad de Carolina del Norte, presentó la disertación “Mundos y conocimientos de otro modo”,1 en la cual hacía un presentación general del Grupo mc . El título de la conferencia es importante porque, a mi juicio, contiene dos aspectos nucleares del trabajo del grupo: “Mundos y conocimientos de otro modo” se refiere, precisamente, a una utopía donde se busca un mundo mejor y un proyecto epistemológico nuevo. En ambos casos se trata de alternativas a la modernidad eurocéntrica, tanto en su proyecto de civilización como en sus propuestas epistemológicas.”
La idea es presentada de manera muy amplia, y resulta realmente interesante visualizar la frase “se busca un mundo mejor” ya que la matriz de donde sale este viejo y tan anhelado concepto no es de fiar, científicos sociales de la dupla Colombia – EEUU, buscando un mundo mejor? Acaso no tenemos antecedentes en Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Martí, Mariategui, Sandino, Jorge Eliecer Gaitán, Hugo Chávez, como ideólogos de grandes proyectos libertarios, con una estructura conceptual y filosófica muy cercana a: “se busca un mundo mejor”.
El desarrollo de estos conceptos y la matriz del grupo, lo encontramos más claro en Mignolo:
“Preguntas como las siguientes guiaron el debate. Transcribo algunas: “¿De qué manera la teoría crítica de Max Horkheimer podría ayudarnos a pensar hoy (en un momento en el que “revoluciones” globales y pluriversales están en proceso; en un momento en el que la diversidad y pluridiversidad de las historias locales insurge y disputa el control de la historia universal) las experiencias y subjetividades fronterizas formadas en la coexistencia y los conflictos entre el crecimiento y auge de Occidente y la desvalorización que la perspectiva occidental impuso a otras lenguas, culturas, religiones, economías, formas de organización social,personas, etcétera?” (8); “¿En qué podría ayudarnos una teoría crítica que /surgiera/ de la historia interna de Europa misma desde la perspectiva de los colonizados internos (los judíos) en la historia de Europa desde 1492?” (pág. 8); ¿Qué debería aspirar a ser la teoría crítica cuando los damnés de la terre (los condenados de la tierra) están puestos en la escena junto a la actual traducción de proletariado como multitud?” (8); o,por último, “¿cómo se puede subsumir esta teoría en el proyecto de la modernidad/colonialidad y la descolonización?” (8); etc.(Negritas nuestras)
En este sentido, tanto el punto de partida como la brecha producida entre postmodernidad/postcolonialidad /vs/ colonialidad/descolonialidad establecen la diferencia no tan sólo de autores, sino también de continentes. Para el primer par, la postcolonialidad parte del pensamiento postmoderno francés con Michel Foucault, Jacques Derrida, Jacques Lacan y los más reconocidos como la base del pensamiento postcolonial: Edward Said, Gayatri Sp ivak y Hommi Bhabba que operan y operaron más bien desde la academia a la academia en Europa y Estados Unidos. Para el segundo par, la descolonialidad arranca implícitamente de Guamán Poma de Ayala y su Nueva Crónica y Buen Gobierno, de Ottobah Cugoano y en el activismo de - colonial de Mahatma Ghandi y muchos otros, como Franz Fanon, Rigoberta Menchú, Aimé Cesaire, entre otros. El vuelco descolonial es un proyecto de desprendimiento epistémico en la esfera de lo social. Este desprendimiento implica un movimiento hacia una geo política y corpopolítica (diferente a la dimensión biopolítica de Foucault) del conocimiento que denuncia la universalidad pretendida por una etnia particular: Europa, la cual ha desarrollado el capitalismo y como consecuencia el colonialismo. “La noción de desprendimiento guía el vuelco epistémico descolonial hacia una universalidad - otra, es decir, hacia la pluriversalidad como proyecto universal ” (17), termina diciendo Mignolo en esta sección. En este sentido, toda comunicación intercultural debe interpretarse como comunicación inter – epistémica.(negritas nuestras)“2
“El grupo está formado por varios intelectuales de América Latina. Unos residen en sus respectivos países, otros en Estados Unidos. Es heterogéneo y transdisciplinar, comparten un acervo conceptual común, realizan investigaciones, publicaciones conjuntas, eventos y se reúnen frecuentemente para discutir sus aportes. En el Grupo mc hay también intelectuales militantes o comprometidos con movimientos políticos, sociales, ong, etc., de tal manera que no se trata del filósofo clásico que se enclaustra en su biblioteca y desde allí, con sus libros, conceptúa sobre lo divino y lo humano. Esto no quiere decir que el trabajo individual del filósofo no tenga ningún valor, de hecho lo tiene. Además, los grandes sistemas filosóficos del pasado se construyeron individualmente. Sin embargo, en el caso del Grupo mc se lleva a la praxis eso que en estos tiempos se ha llamado transdisciplinariedad, es decir, la confluencia de las disciplinas para el estudio de un objeto particular. Ya no se trabaja monolíticamente en compartimientos, sino abordando el objeto de estudio desde distintos ángulos y miradas. Ya no es la exclusión sino la inclusión de distintos saberes en la investigación. Por eso en el grupo encontramos filósofos, sociólogos, antropólogos, semiólogos, etc.”
La presentación de este grupo como muy abierto, incluyente, nos da pie a pensar: 1.- Cuánto tiempo tiene el grupo M/C (1998), sabemos que estos pensadores, tiene, muchos de ellos más de cuatro décadas, trabajando este tema,? A que intelectuales de avanzada han incorporado? Ya sabemos que Dussel es uno de ellos y Ramón Grosfoguel, Universidad de California, es otro...
Sin duda, las figuras centrales del colectivo son el filósofo argentino Enrique Dussel, el sociólogo peruano Aníbal Quijano y el semiólogo y teórico cultural argentino-estadounidense Walter D. Mignolo, quienes han aportado los conceptos que se han convertido en el punto de partida para los demás miembros. Existe un segundo nivel de integrantes, que, igualmente, han realizado aportes relevantes, pero su trabajo ya acoge los aportes del anterior trío. Entre ellos se encuentran el filósofo colombiano Santiago Castro-Gómez, el antropólogo colombiano Arturo Escobar, el sociólogo venezolano Edgardo Lander, el antropólogo venezolano Fernando Coronil, el filósofo puertorriqueño Nelson Maldonado Torres, el sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfoguel y la lingüista norteamericana Catherine Walsh, quien trabaja desde la perspectiva de los estudios culturales en Ecuador. Otros intelectuales cercanos al grupo, o que constituyen generaciones nuevas, son Óscar Guardiola Rivera –filósofo colombiano–, Zulma Palermo, Freya Schiwy, Juliana Flórez y Mónica Espinosa. Es justo resaltar aquí el diálogo, los aportes y las actividades académicas conjuntas que con los principales miembros del grupo ha realizado el sociólogo norteamericano Inmanuel.
Algunos de estos filósofos, se han abierto a la discusión, no solo de la modernidad – colonialidad, sino también a los cambios revolucionarios que se están viviendo en nuestra América, y es importante visualizar como deslindan el concepto epistemológico, de la realidad. Entonces, es como una contradicción, leer a Mignolo: “El vuelco descolonial es un proyecto de desprendimiento epistémico en la esfera de lo social. Este desprendimiento implica un movimiento hacia una geo política y corpopolítica (diferente a la dimensión biopolítica de Foucault) del conocimiento que denuncia la universalidad pretendida por una etnia particular: Europa, la cual ha desarrollado el capitalismo y como consecuencia el colonialismo. “La noción de desprendimiento guía el vuelco epistémico descolonial hacia una universalidad - otra, es decir, hacia la pluriversalidad como proyecto universal ” (17), termina diciendo Mignolo en esta sección. En este sentido, toda comunicación intercultural debe interpretarse como comunicación inter – epistémica.3
Y por otra parte leer a Lander, inscribiendo la epistémico en un pedestal y la realidad en un foso. Es que acaso no debemos ir peleando nuestras propias batallas. La critica de Edgardo Lander, a las izquierdas mundiales, y por tanto a las nustroamericanas, es bastante dura, pero ¿cuál es su propuesta? aquí una entrevista Edgardo Lander, realizada el 1 de abril de 2017, por la Red Filosófica de Uruguay, la cual encontramos buscando el origen de muchas de las posiciones que plantean, estos académicos, en este y otros textos, sobre decolonialidad:
“Creo que esa forma de entender la solidaridad como solidaridad incondicional, porque hay un discurso de izquierda o porque haya posturas antiimperialistas, o porque geopolíticamente se expresen contradicciones con los sectores dominantes en el sistema global, lleva a no indagar críticamente sobre cuáles son los procesos que están ocurriendo. Entonces se genera una solidaridad ciega, no crítica, que no solamente tiene la consecuencia de que yo no fui a criticar lo otro, sino que tiene la consecuencia de que activamente se está celebrando muchas de las cosas que terminan siendo extraordinariamente negativas. El llamado hiperliderazgo de Chávez era algo que estaba allí desde el principio. O el modelo productivo extractivista. Lo que hoy conoce la izquierda en su propia cultura sobre las consecuencias de eso estaba ahí. Entonces, ¿cómo no abrir un debate sobre esas cosas, de manera de pensar críticamente y aportar propuestas? No que la izquierda europea venga a decirles a los venezolanos cómo tienen que dirigir la revolución, pero tampoco esta celebración acrítica, justificativa de cualquier cosa. Entonces, los presos políticos no son presos políticos, el deterioro de la economía es producto de la guerra económica y de la acción de la derecha internacional. Eso es cierto, está ahí, pero obviamente no es suficiente para explicar la profundidad de la crisis que estamos viviendo.
Tiene que ver, en parte, con que no hemos terminado de descargar al pensamiento de izquierda de unas concepciones demasiado unidimensionales de qué es lo que está en juego. Si lo que está en juego es el contenido de clase y el antiimperialismo, juzgamos de una manera. Pero si pensamos que la transformación hoy pasa por eso, pero también por una perspectiva crítica feminista, por otras formas de relación con la naturaleza, por pensar que el tema de la democracia no es descartar la democracia burguesa, sino profundizar la democracia; si pensamos que la transformación es multidimensional porque la dominación también es multidimensional, ¿por qué este apoyo acrítico a los gobiernos de izquierda coloca los derechos de los pueblos indígenas en un segundo plano, coloca la devastación ambiental en un segundo plano, coloca la reproducción del patriarcado en un segundo plano? Entonces termina juzgando desde una historia muy monolítica de lo que se supone que es la transformación anticapitalista, que no da cuenta del mundo actual. Y obviamente, ¿de qué nos sirve liberarnos del imperialismo yanqui si establecemos una relación idéntica con China? Hay un problema político, teórico e ideológico, y quizá generacional, de personas para las que esta era su última apuesta por lograr una sociedad alternativa, y se resisten a aceptar que fracasó.”4
Entendemos que no todos podemos pensar de la misma manera, sería caótico y la efervescencia de la crítica desaparecería, sin embargo, creemos que logramos visualizar, y aquí somos reiterativo: lo dicho y lo hecho a veces son antagónicos, buscamos la creación de un episteme que nos abra la puerta del discurso propio, que nuestros pueblos hablen un mismo idioma, deslastrarnos de la hegemonía cultural eurocéntrica, que dentro de lo que se ha diluido en el mestizaje, se transforme en arma de identidad, que fortalezca la resistencia.
Digamos, por ahora, que gracias a la colonialidad, Europa pudo producir las ciencias humanas como modelo único –aunque no en una relación causal, sino de interdependencia–, válido, universal y objetivo de producir conocimientos, a la vez que desechó todas las epistemologías de la periferia. En la base del grupo hay pues una lectura de-constructiva de la visión tradicional de la modernidad, una atención especial al colonialismo, a la subalternización cultural y epistémica de las culturas no-europeas, una crítica al eurocentrismo, tal como lo ha puesto de presente Arturo Escobar en la conferencia citada.
Arturo Escobar, lo describe así:
“el mismo grupo busca intervenir decisivamente en la discursividad propia de las ciencias modernas para configurar otro espacio para la producción de conocimiento —una forma distinta de pensamiento, «un paradigma otro», la posibilidad misma de hablar sobre «mundos y conocimientos de otro modo». Lo que este grupo sugiere es que un «pensamiento otro», un «conocimiento otro» –y otro mundo, en el espíritu del Foro Social Mundial de Porto Alegre— son ciertamente posibles.5
Entendemos que debemos reconocernos, por lo que hemos desarrollado, y afincar las raíces que tenemos, pero porqué debemos vernos como el otro? Somos el SER.
Se nos vamos a la discusión de la Colonialidad y el Colonialismo, el hecho de que nos miremos como el otro, nos afirma que estamos afirmando la COLONIALIDAD.
Es necesario, también, indicar la razón del término “colonialidad” que aparece en el paradigma y diferenciarlo del término “colonialismo”. Según Aníbal Quijano (2007, 93) son dos conceptos relacionados pero distintos. El colonialismo está referido a un patrón de dominación y explotación donde [...] el control de la autoridad política, de los recursos de producción y del trabajo de una población determinada lo detenta otra de diferente identidad, y cuyas sedes centrales están, además, en otra jurisdicción territorial. Pero no siempre, ni necesariamente, implica relaciones racistas de poder. El colonialismo es, obviamente, más antiguo, en tanto que la colonialidad ha probado ser, en los últimos 500 años, más profunda y duradera que el colonialismo. Pero sin duda fue engendrada dentro de éste y, más aún, sin él no habría podido ser impuesta en la intersubjetividad de modo tan enraizado y prolongado.
Por su parte, Nelson Maldonado Torres, tal vez de forma más clara, aunque siguiendo a Quijano, los ha diferenciado así: Colonialismo denota una relación política y económica en la cual la soberanía de un pueblo reside en el poder de otro pueblo o nación, lo que constituye a tal nación en un imperio. Distinto a esta idea, la colonialidad se refiere a un patrón de poder que emergió como resultado del colonialismo moderno, pero que en vez de estar limitado a una relación formal de poder entre dos pueblos o naciones, más bien se refiere a la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones intersubjetivas se articulan entre sí a través del mercado capitalista mundial y de la idea de raza. Así, pues, aunque el colonialismo precede a la colonialidad, la colonialidad sobrevive al colonialismo.
La misma se mantiene viva en manuales de aprendizaje, en el criterio para el buen trabajo académico, en la cultura, el sentido común, en la auto-imagen de los pueblos, en las aspiraciones de los sujetos, y en tantos otros aspectos de nuestra experiencia moderna. En un sentido, respiramos la colonialidad en la modernidad cotidianamente (2007, 131, resaltados fuera del texto).
Sabemos que el eslogan del Foro Social Mundial, es Otro mundo es Posible, y que ello se enfrenta al SER al ES; Del ahora al mañana, pero el mañana se construye hoy; sabemos que respiramos colonialidad, pero nuestra labor es ir derrumbando paradigmas, es ir abriendo brechas, a lo venezolano. No construir muros epistémicos para justificar lo constituido, para reforzar lo que estamos tratando de derrumbar.
Con esto se quiere mostrar que el colonialismo es mucho más que una imposición política, militar, jurídica o administrativa. Éste, en forma de colonialidad, llega a capas más profundas y pervive aún a
pesar de la descolonización o emancipación de las colonias españolas en el siglo xix o las de Asia y África en el siglo xx. El Grupo mc quiere mostrar que a pesar del fin de los colonialismos modernos –como los de América, Asia o África–, la colonialidad pervive. Aquí es preciso recordar que con la emancipación jurídico-política de África o Asia, proceso que culmina en los años sesenta, se empezó a hablar de la época poscolonial; de ahí ese número impresionante de estudios que surgieron, lo cual parecía indicar que el colonialismo se había acabado, pues se estaba “más allá” del mismo. Sin embargo, si bien ese colonialismo tradicional, “exterior”, terminó, las estructuras subjetivas, imaginarios y colonización epistemológica pervivieron. Por eso los autores citados han dicho que la colonialidad le sobrevivió al colonialismo. Sólo que la colonialidad que sobrevivió se rediseña, se readapta, en el capitalismo posmoderno posfordista, pero no desaparece. A esa nueva colonialidad es lo que algunos autores del grupo llaman poscolonialidad; en últimas, una colonialidad posmoderna que se ha adaptado en la nueva versión del capitalismo global, en la era de las información y el conocimiento;
en la era de la biotecnología, la ingeniería genética, las patentes, los transgénicos, etc. Esa colonialidad imperial moderna se transformó en colonialidad global posmoderna (poscolonialidad), pues el tipo de relaciones antiguas, desiguales y jerárquicas entre centro y periferia –por ejemplo las relaciones entre Gran Bretaña e India– aún permanecen pero rediseñadas a nivel global. Eso es notorio en la subvaloración del conocimiento tradicional, la explotación de la flora y la fauna en los países tercermundistas, el monopolio de los transgénicos por las multinacionales, etc. (Castro-Gómez, 2005a, 74 y ss).
Pese a las corrientes filosóficas y de pensamiento que nutren al grupo, es preciso hacer algunas aclaraciones, ya que la relación con representantes de otras corrientes, incluso entre ellos, ha sido teóricamente conflictiva, lo cual, valga decir de paso, ha contribuido al debate serio y crítico de las perspectivas. En una presentación del colectivo que hicieron Santiago Castro-Gómez y Ramón Grosfoguel se puso de presente las limitaciones de dos perspectivas que han estado normalmente enfrentadas, pero donde ambas, en términos generales –pues existen algunas excepciones y matices–, poseen enfoques que pueden calificarse de unilaterales. Una es la perspectiva del “sistema -mundo”, donde la mayoría de sus miembros adoptan una posición que le da prelación a las estructuras económicas, la división internacional del trabajo, el dominio estratégico militar en el proceso de acumulación del capitalismo a escala global y en su lectura del colonialismo.
Como podemos ver en el desarrollo de la Ponencia de Pachón Soto, los dos pensamientos o las dos visiones sobre estos conceptos, se han enfrentado, pero lo interesante es que cuando nos concentramos sólo en los conceptos, se instala la percepción académica y se divide del pensamiento político libertario. En la letra se escribe nítido, pero la letra no se hace carne, no hay comunión entre el político y el académico. Como lo explica el Prof. Gregorio Pérez (Goyo), esta unidad la encontramos generalmente en los maestros, y el jemplo de ello en nustro país es el prof. Luis Antonio Bigott, quien encarnaba nos sólo el hombre de pueblo, el maestro de escuela sino el académico.
Reiteramos sobre ello, en este capitulo dedicado a la colonialidad y el colonialismo, porque en estos dos pensamientos y su divergencia es donde podemos distinguir, también, por una parte al académico, político, al empresario y por otra al maestro que comparte con la comunidad, con su pueblo. Cuando estos dos espacios se unen encontramos personajes de la cualidad, calidad y la calidez de Hugo Chávez.
Desde esta perspectiva se piensa que los discursos, lo simbólico y los imaginarios pertenecen a la súper-estructura y por lo tanto se derivan de la base económica-política. La segunda son los estudios poscoloniales anglosajones y los estudios culturales que, en términos generales, soslayan, pretermiten o subvaloran los aspectos económico-políticos y dan prelación a los análisis de discursos, lo simbólico, la formación de la subjetividad. Al respecto han dicho los dos autores citados:
La crítica que proviene de los estudios culturales y de los postcolonial studies caracteriza al sistema-mundo moderno/colonial como un sistema de significaciones culturales. Creen que ámbitos semióticos tales como los imaginarios massmediaticos y los “discursos sobre el otro” son un elemento sobredeterminante de las relaciones económico
políticas del sistema capitalista, y que la lucha por la hegemonía
social y política del sistema pasa necesariamente por el control de esos
códigos semióticos. Para ellos, las relaciones económicas y políticas
no tienen sentido en sí mismas, sino que adquieren sentido para los
actores sociales desde espacios semióticos específicos.
Este es el escenario mediático en el cual estamos enfrentando el ataque múltiple del sistema. Montados sobre los estudios post coloniales de especialistas como Wallerstein, se trabaja en escenarios más elaborados, para el diseño de las guerras del siglo XXI.
Y agregan:
El hecho es que los teóricos del sistema-mundo tienen dificultades para pensar la cultura, mientras que los autores anglosajones de la poscolonialidad tienen dificultad para conceptuar los procesos políticos-económicos (Grosfoguel y Castro-Gómez, 2007, 16).
No creemos en tal dificultad, para conceptualizar, el hecho en específico es que ya el momento de los procesos político-económicos, va quedando en el siglo XIX y XX; para el CENTRO actual de la periferia es más eficiente el control mental de sus neo-colonias. ¿Cómo controlan las sociedades actualmente? Por el manejo de los medicamentos, los productos transgénicos, la alimentación, el agua, la electricidad, las diferentes formas de energía.
Frente a estos dos reduccionismos o miradas unilaterales, el Grupo mc propone la unión de las dos perspectivas, es decir, postulan que una lectura del capitalismo y el colonialismo debe unir tanto aspectos políticos, económicos y sociales, como los lingüísticos, semióticos, discursivos, de género, raza, etc. En últimas, que ningún grupo determina al otro, sino que el capitalismo global se constituye en una red compleja de poderes. Así se reconoce que en el capitalismo hay procesos diversos, heterogéneos y múltiples, formando una “heterogeneidad estructural” (Quijano, 2007). Aquí confluyen muchos dispositivos de poder –clases, género, raza, discursos– que se imbrican en redes horizontales, donde no hay un nivel superior que gobierna a los otros. Pensar el capitalismo de esta manera implica acoger lo que los autores llaman, siguiendo al filósofo griego Kyriakos Kontopoulos, un “pensamiento heterárquico” (ídem., 18).
Pensamiento heterarquico: La heterarquía rompe el modelo de la jerarquía. No hay poder, todos los componentes son independientes. Se cambia el concepto de ordenar, por el de influir: nadie es amo, todos pueden influir en quien quieran, pero hay libertad de pensamiento. En vez de mando se habla de relación (pues no existe el poder) y esta es bidireccional (porque es interacción) y horizontal (porque todos son iguales, no hay nadie arriba ni abajo).
Definitivamente el CAPITALISMO no es Heterarquico, y menos en este tramo Buch – Trump. El hegemónico, es autoritario, amo, déspota, maneja el poder a sus anchas y no perdona ni a sus aliados, cuando se interponen en sus intereses. El grupo mc, busca JUSTIFICAR el modelo capitalista, y como hemos discutido en clases, ya sabemos porqué.
Además, frente a los estudios culturales y poscoloniales anglosajones existe otra diferencia radical del Grupo mc. Los primeros beben de fuentes posmodernas y son discursos que se inscriben en esa crisis de la modernidad patentizada a partir de los años sesenta por la ciencia social.
Estos conceptos, interrelacionados, se ven muy hermosos en el papel, los antecedentes de los postulados ideológicos, aunque inconclusos, son valederos, pero lo que causa inquietud es quienes son los que vienen desarrollando la idea, los científicos sociales, filósofos, que tributan a las universidades norteamericanas?
De tal manera que están aún marcados por la impronta eurocéntrica. La posmodernidad para algunos de ellos, por ejemplo para Grosfoguel, “es una crítica eurocéntrica al eurocentrismo” (2007, 74). Sus fuentes son, en parte, autores de esa corriente y del posestructuralismo. Mientras que el Grupo mc bebe, en sus bases teóricas, de la tradición latinoamericana como la teoría de la dependencia –si bien la critican fuertemente–, la filosofía de la liberación, la teoría de la Investigación-Acción Participativa (iap) de Orlando Fals Borda, etc., sin que esto prive a algunos de sus miembros de la influencia posmoderna, como en el caso de Castro-Gómez, lo cual es notorio en su libro Crítica de la razón latinoamericana (1996).
Asimismo, si bien el grupo acoge el marxismo para el análisis del “sistema-mundo europeo/euro-norteamericano capitalista/patriarcal moderno/colonial”, critica fuertemente su universalismo abstracto, su eurocentrismo y su filosofía de la historia, a la vez que su descuido por los aspectos étnicos, discursivos, simbólicos:
Independientemente de su crítica, al concepto marxista, y del trabajo de investigación conjunta con algunos de los pensadores contemporáneos latinoamericanos, se nota el divorcio de éste grupo hacia de los pensadores independentistas libertarios del siglo XVIII y XIX, sobre todo del área caribeña:
Lo que Marx mantiene en común con la tradición filosófica occidental es que su universalismo, a pesar de que surge de una localización particular, en este caso el proletariado, no problematiza el hecho de que dicho sujeto sea europeo, masculino, heterosexual, blanco, judío-cristiano, etc. El proletariado de Marx es un sujeto en conflicto en el interior de Europa; lo que no le permite pensar fuera de los límites eurocéntricos del pensamiento occidental. La diversidad cosmológica y epistemológica, así como la multiplicidad de relaciones de poder sexual, de género, racial, espiritual, etc., no queda incorporada ni situada epistémicamente en su pensamiento (Grosfoguel, 2007, 69).
Podemos trabajar con el Marx “de fondo”, sin embargo siempre tenemos que tomar en consideración que cada espacio sea del centro o de la periferia contiene en su gen histórico un ejercito cultural de resistencia, y es ese gen que podemos evidenciar en la documentación aún enclaustrada en archivos latinoamericanos, sobre las luchas pre-independentistas podemos visualizar la incorporación de las mujeres, los negros, los indios y los mestizos en las luchas por la independencia latinoamericana, ese sujeto histórico aún vigente y latente, es nuestro PROLETARIADO.
Este conjunto de aspectos es lo que Castro-Gómez ha llamado “El punto ciego de Marx”, donde además ha resaltado que éstos no son importantes para el filósofo alemán sencillamente porque el colonialismo –que los implica– pertenece a relaciones feudales, premodernas, siendo un “momento” del comunismo, por lo que desaparecerá en la dialéctica entre el proletariado y la burguesía (2005a, 13-20). Por último, es preciso decir que el asunto del nombre de sus teorías es bastante problemático. El grupo comparte aspectos teóricos con las “teorías poscoloniales” –que incluye los estudios poscoloniales anglosajones y los subalternos–, pero a la vez tiene con ellas grandes diferencias; comparten algunas bases teóricas, pero el Grupo mc bebe principalmente de los teóricos latinoamericanos y no posmodernos o pos- estructuralistas –una excepción es Santiago Castro-Gómez–; asimismo, el Grupo mc tiene un lugar de enunciación distinto, América Latina, si bien parte de sus integrantes laboran en universidades en Estados Unidos donde también residen gran parte de los miembros de los estudios poscoloniales. Es por eso que el Grupo mc han decido inscribirse en lo que ellos llaman “teorías decoloniales”.
Algunas notas sobre los textos de :
PACHÓN SOTO, Damián. Nueva Perspectiva filosófica en América Latina: El grupo Modernidad / Colonialidad
MIGNOLO, Walter Desobediencia epistémica. Retórica de la modernidad, lógica de la colonialidad y gramática de la descolonialidad. Buenos Aires: Ediciones del Signo. 2010, 126 pp.
ESCOBAR, Arturo, “Mundos y conocimientos de otro modo” http://www.decoloniality.net/files/escobar-tabula-rasa.pdf. ciencia política N° 5 enero-junio 2008 issn 1909-230x / págs. 8-35
Este Texto detalla la perspectiva de búsqueda, de nuevos lenguajes, de un nuevo episteme, en cuanto a los conceptos ya trabajados de Sistema Mundo. Bajo el criterio de autoridad de Wallerstein, este grupo busca su espacio dentro de la élite mundial de pensadores del Sistema Mundo, tal como se concibe desde el centro del sistema, hacia la apertura de caminos nuestroamericanistas.
Lo llamativo es que las líneas de trabajo, se conciben, nuevamente, desde la visión del centro de poder, desde EEUU. Sin embargo también es interesante ver como se deslinda la historia, se toma a Ayala, pero se desconoce a Bolívar, por lo que se crean huecos negros, en las luchas de resistencia de nuestros pueblos, espacio desde donde se protege la esencia de la identidad cultural.
Percibimos que se trata de una búsqueda de nuevos espacios en el mundo de la filosofía, que encuentren la manera de cortar el cordón umbilical con la filosofía europea. De allí el nombre de Modernidad / colonialidad; visualizándose a sí mismos como “el otro” frente a los conceptos de colonialidad. Qué se crea en esta visión, un antagónico al eurocentrismo, utilizando sus mismas armas, lo quiere decir ubicándonos en otra acera, más no se busca una integralidad, donde se ubique a cada uno en el contexto que realmente le pertenece, con el debido respeto a la soberanía, autodeterminación, reciprocidad, Aclarar la posesión del SER y la del OTRO, como iguales.
Entretejeremos, conceptos de otros textos, propuestos en clase, para ir trabajando simultaneamente a varios autores.
“El objetivo del presente ensayo es presentar un nuevo movimiento filosófico y político surgido en América Latina. Se trata del Grupo Modernidad / Colonialidad (mc). Para llevar a cabo el objetivo dividiré el ensayo en dos partes. En la primera, presentaré el grupo, sus integrantes, sus principales características y su ubicación en el panorama filosófico del siglo xx. En la segunda, se expondrán las bases conceptuales del grupo, los principales aportes teóricos, así como su pensamiento crítico. En esta parte se tratarán conceptos como sistema-mundo, mito de la modernidad, colonialidad del poder, colonialidad del saber, violencia epistémica, el punto cero y colonialidad del ser.”
“El Grupo Modernidad/Colonialidad
En una ponencia presentada en el Tercer Congreso Internacional de Latinoamericanistas en Ámsterdam (julio de 2002), Arturo Escobar, antropólogo colombiano y profesor de la Universidad de Carolina del Norte, presentó la disertación “Mundos y conocimientos de otro modo”,1 en la cual hacía un presentación general del Grupo mc . El título de la conferencia es importante porque, a mi juicio, contiene dos aspectos nucleares del trabajo del grupo: “Mundos y conocimientos de otro modo” se refiere, precisamente, a una utopía donde se busca un mundo mejor y un proyecto epistemológico nuevo. En ambos casos se trata de alternativas a la modernidad eurocéntrica, tanto en su proyecto de civilización como en sus propuestas epistemológicas.”
La idea es presentada de manera muy amplia, y resulta realmente interesante visualizar la frase “se busca un mundo mejor” ya que la matriz de donde sale este viejo y tan anhelado concepto no es de fiar, científicos sociales de la dupla Colombia – EEUU, buscando un mundo mejor? Acaso no tenemos antecedentes en Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Martí, Mariategui, Sandino, Jorge Eliecer Gaitán, Hugo Chávez, como ideólogos de grandes proyectos libertarios, con una estructura conceptual y filosófica muy cercana a: “se busca un mundo mejor”.
El desarrollo de estos conceptos y la matriz del grupo, lo encontramos más claro en Mignolo:
“Preguntas como las siguientes guiaron el debate. Transcribo algunas: “¿De qué manera la teoría crítica de Max Horkheimer podría ayudarnos a pensar hoy (en un momento en el que “revoluciones” globales y pluriversales están en proceso; en un momento en el que la diversidad y pluridiversidad de las historias locales insurge y disputa el control de la historia universal) las experiencias y subjetividades fronterizas formadas en la coexistencia y los conflictos entre el crecimiento y auge de Occidente y la desvalorización que la perspectiva occidental impuso a otras lenguas, culturas, religiones, economías, formas de organización social,personas, etcétera?” (8); “¿En qué podría ayudarnos una teoría crítica que /surgiera/ de la historia interna de Europa misma desde la perspectiva de los colonizados internos (los judíos) en la historia de Europa desde 1492?” (pág. 8); ¿Qué debería aspirar a ser la teoría crítica cuando los damnés de la terre (los condenados de la tierra) están puestos en la escena junto a la actual traducción de proletariado como multitud?” (8); o,por último, “¿cómo se puede subsumir esta teoría en el proyecto de la modernidad/colonialidad y la descolonización?” (8); etc.(Negritas nuestras)
En este sentido, tanto el punto de partida como la brecha producida entre postmodernidad/postcolonialidad /vs/ colonialidad/descolonialidad establecen la diferencia no tan sólo de autores, sino también de continentes. Para el primer par, la postcolonialidad parte del pensamiento postmoderno francés con Michel Foucault, Jacques Derrida, Jacques Lacan y los más reconocidos como la base del pensamiento postcolonial: Edward Said, Gayatri Sp ivak y Hommi Bhabba que operan y operaron más bien desde la academia a la academia en Europa y Estados Unidos. Para el segundo par, la descolonialidad arranca implícitamente de Guamán Poma de Ayala y su Nueva Crónica y Buen Gobierno, de Ottobah Cugoano y en el activismo de - colonial de Mahatma Ghandi y muchos otros, como Franz Fanon, Rigoberta Menchú, Aimé Cesaire, entre otros. El vuelco descolonial es un proyecto de desprendimiento epistémico en la esfera de lo social. Este desprendimiento implica un movimiento hacia una geo política y corpopolítica (diferente a la dimensión biopolítica de Foucault) del conocimiento que denuncia la universalidad pretendida por una etnia particular: Europa, la cual ha desarrollado el capitalismo y como consecuencia el colonialismo. “La noción de desprendimiento guía el vuelco epistémico descolonial hacia una universalidad - otra, es decir, hacia la pluriversalidad como proyecto universal ” (17), termina diciendo Mignolo en esta sección. En este sentido, toda comunicación intercultural debe interpretarse como comunicación inter – epistémica.(negritas nuestras)“2
“El grupo está formado por varios intelectuales de América Latina. Unos residen en sus respectivos países, otros en Estados Unidos. Es heterogéneo y transdisciplinar, comparten un acervo conceptual común, realizan investigaciones, publicaciones conjuntas, eventos y se reúnen frecuentemente para discutir sus aportes. En el Grupo mc hay también intelectuales militantes o comprometidos con movimientos políticos, sociales, ong, etc., de tal manera que no se trata del filósofo clásico que se enclaustra en su biblioteca y desde allí, con sus libros, conceptúa sobre lo divino y lo humano. Esto no quiere decir que el trabajo individual del filósofo no tenga ningún valor, de hecho lo tiene. Además, los grandes sistemas filosóficos del pasado se construyeron individualmente. Sin embargo, en el caso del Grupo mc se lleva a la praxis eso que en estos tiempos se ha llamado transdisciplinariedad, es decir, la confluencia de las disciplinas para el estudio de un objeto particular. Ya no se trabaja monolíticamente en compartimientos, sino abordando el objeto de estudio desde distintos ángulos y miradas. Ya no es la exclusión sino la inclusión de distintos saberes en la investigación. Por eso en el grupo encontramos filósofos, sociólogos, antropólogos, semiólogos, etc.”
La presentación de este grupo como muy abierto, incluyente, nos da pie a pensar: 1.- Cuánto tiempo tiene el grupo M/C (1998), sabemos que estos pensadores, tiene, muchos de ellos más de cuatro décadas, trabajando este tema,? A que intelectuales de avanzada han incorporado? Ya sabemos que Dussel es uno de ellos y Ramón Grosfoguel, Universidad de California, es otro...
Sin duda, las figuras centrales del colectivo son el filósofo argentino Enrique Dussel, el sociólogo peruano Aníbal Quijano y el semiólogo y teórico cultural argentino-estadounidense Walter D. Mignolo, quienes han aportado los conceptos que se han convertido en el punto de partida para los demás miembros. Existe un segundo nivel de integrantes, que, igualmente, han realizado aportes relevantes, pero su trabajo ya acoge los aportes del anterior trío. Entre ellos se encuentran el filósofo colombiano Santiago Castro-Gómez, el antropólogo colombiano Arturo Escobar, el sociólogo venezolano Edgardo Lander, el antropólogo venezolano Fernando Coronil, el filósofo puertorriqueño Nelson Maldonado Torres, el sociólogo puertorriqueño Ramón Grosfoguel y la lingüista norteamericana Catherine Walsh, quien trabaja desde la perspectiva de los estudios culturales en Ecuador. Otros intelectuales cercanos al grupo, o que constituyen generaciones nuevas, son Óscar Guardiola Rivera –filósofo colombiano–, Zulma Palermo, Freya Schiwy, Juliana Flórez y Mónica Espinosa. Es justo resaltar aquí el diálogo, los aportes y las actividades académicas conjuntas que con los principales miembros del grupo ha realizado el sociólogo norteamericano Inmanuel.
Algunos de estos filósofos, se han abierto a la discusión, no solo de la modernidad – colonialidad, sino también a los cambios revolucionarios que se están viviendo en nuestra América, y es importante visualizar como deslindan el concepto epistemológico, de la realidad. Entonces, es como una contradicción, leer a Mignolo: “El vuelco descolonial es un proyecto de desprendimiento epistémico en la esfera de lo social. Este desprendimiento implica un movimiento hacia una geo política y corpopolítica (diferente a la dimensión biopolítica de Foucault) del conocimiento que denuncia la universalidad pretendida por una etnia particular: Europa, la cual ha desarrollado el capitalismo y como consecuencia el colonialismo. “La noción de desprendimiento guía el vuelco epistémico descolonial hacia una universalidad - otra, es decir, hacia la pluriversalidad como proyecto universal ” (17), termina diciendo Mignolo en esta sección. En este sentido, toda comunicación intercultural debe interpretarse como comunicación inter – epistémica.3
Y por otra parte leer a Lander, inscribiendo la epistémico en un pedestal y la realidad en un foso. Es que acaso no debemos ir peleando nuestras propias batallas. La critica de Edgardo Lander, a las izquierdas mundiales, y por tanto a las nustroamericanas, es bastante dura, pero ¿cuál es su propuesta? aquí una entrevista Edgardo Lander, realizada el 1 de abril de 2017, por la Red Filosófica de Uruguay, la cual encontramos buscando el origen de muchas de las posiciones que plantean, estos académicos, en este y otros textos, sobre decolonialidad:
“Creo que esa forma de entender la solidaridad como solidaridad incondicional, porque hay un discurso de izquierda o porque haya posturas antiimperialistas, o porque geopolíticamente se expresen contradicciones con los sectores dominantes en el sistema global, lleva a no indagar críticamente sobre cuáles son los procesos que están ocurriendo. Entonces se genera una solidaridad ciega, no crítica, que no solamente tiene la consecuencia de que yo no fui a criticar lo otro, sino que tiene la consecuencia de que activamente se está celebrando muchas de las cosas que terminan siendo extraordinariamente negativas. El llamado hiperliderazgo de Chávez era algo que estaba allí desde el principio. O el modelo productivo extractivista. Lo que hoy conoce la izquierda en su propia cultura sobre las consecuencias de eso estaba ahí. Entonces, ¿cómo no abrir un debate sobre esas cosas, de manera de pensar críticamente y aportar propuestas? No que la izquierda europea venga a decirles a los venezolanos cómo tienen que dirigir la revolución, pero tampoco esta celebración acrítica, justificativa de cualquier cosa. Entonces, los presos políticos no son presos políticos, el deterioro de la economía es producto de la guerra económica y de la acción de la derecha internacional. Eso es cierto, está ahí, pero obviamente no es suficiente para explicar la profundidad de la crisis que estamos viviendo.
Este es el escenario mediático en el cual estamos enfrentando el ataque múltiple del sistema. Montados sobre los estudios post coloniales de especialistas como Wallerstein, se trabaja en escenarios más elaborados, para el diseño de las guerras del siglo XXI.
Y agregan:
El hecho es que los teóricos del sistema-mundo tienen dificultades para pensar la cultura, mientras que los autores anglosajones de la poscolonialidad tienen dificultad para conceptuar los procesos políticos-económicos (Grosfoguel y Castro-Gómez, 2007, 16).
No creemos en tal dificultad, para conceptualizar, el hecho en específico es que ya el momento de los procesos político-económicos, va quedando en el siglo XIX y XX; para el CENTRO actual de la periferia es más eficiente el control mental de sus neo-colonias. ¿Cómo controlan las sociedades actualmente? Por el manejo de los medicamentos, los productos transgénicos, la alimentación, el agua, la electricidad, las diferentes formas de energía.
Frente a estos dos reduccionismos o miradas unilaterales, el Grupo mc propone la unión de las dos perspectivas, es decir, postulan que una lectura del capitalismo y el colonialismo debe unir tanto aspectos políticos, económicos y sociales, como los lingüísticos, semióticos, discursivos, de género, raza, etc. En últimas, que ningún grupo determina al otro, sino que el capitalismo global se constituye en una red compleja de poderes. Así se reconoce que en el capitalismo hay procesos diversos, heterogéneos y múltiples, formando una “heterogeneidad estructural” (Quijano, 2007). Aquí confluyen muchos dispositivos de poder –clases, género, raza, discursos– que se imbrican en redes horizontales, donde no hay un nivel superior que gobierna a los otros. Pensar el capitalismo de esta manera implica acoger lo que los autores llaman, siguiendo al filósofo griego Kyriakos Kontopoulos, un “pensamiento heterárquico” (ídem., 18).
Pensamiento heterarquico: La heterarquía rompe el modelo de la jerarquía. No hay poder, todos los componentes son independientes. Se cambia el concepto de ordenar, por el de influir: nadie es amo, todos pueden influir en quien quieran, pero hay libertad de pensamiento. En vez de mando se habla de relación (pues no existe el poder) y esta es bidireccional (porque es interacción) y horizontal (porque todos son iguales, no hay nadie arriba ni abajo).
Definitivamente el CAPITALISMO no es Heterarquico, y menos en este tramo Buch – Trump. El hegemónico, es autoritario, amo, déspota, maneja el poder a sus anchas y no perdona ni a sus aliados, cuando se interponen en sus intereses. El grupo mc, busca JUSTIFICAR el modelo capitalista, y como hemos discutido en clases, ya sabemos porqué.
Además, frente a los estudios culturales y poscoloniales anglosajones existe otra diferencia radical del Grupo mc. Los primeros beben de fuentes posmodernas y son discursos que se inscriben en esa crisis de la modernidad patentizada a partir de los años sesenta por la ciencia social.
Estos conceptos, interrelacionados, se ven muy hermosos en el papel, los antecedentes de los postulados ideológicos, aunque inconclusos, son valederos, pero lo que causa inquietud es quienes son los que vienen desarrollando la idea, los científicos sociales, filósofos, que tributan a las universidades norteamericanas?
De tal manera que están aún marcados por la impronta eurocéntrica. La posmodernidad para algunos de ellos, por ejemplo para Grosfoguel, “es una crítica eurocéntrica al eurocentrismo” (2007, 74). Sus fuentes son, en parte, autores de esa corriente y del posestructuralismo. Mientras que el Grupo mc bebe, en sus bases teóricas, de la tradición latinoamericana como la teoría de la dependencia –si bien la critican fuertemente–, la filosofía de la liberación, la teoría de la Investigación-Acción Participativa (iap) de Orlando Fals Borda, etc., sin que esto prive a algunos de sus miembros de la influencia posmoderna, como en el caso de Castro-Gómez, lo cual es notorio en su libro Crítica de la razón latinoamericana (1996).
Asimismo, si bien el grupo acoge el marxismo para el análisis del “sistema-mundo europeo/euro-norteamericano capitalista/patriarcal moderno/colonial”, critica fuertemente su universalismo abstracto, su eurocentrismo y su filosofía de la historia, a la vez que su descuido por los aspectos étnicos, discursivos, simbólicos:
Independientemente de su crítica, al concepto marxista, y del trabajo de investigación conjunta con algunos de los pensadores contemporáneos latinoamericanos, se nota el divorcio de éste grupo hacia de los pensadores independentistas libertarios del siglo XVIII y XIX, sobre todo del área caribeña:
Lo que Marx mantiene en común con la tradición filosófica occidental es que su universalismo, a pesar de que surge de una localización particular, en este caso el proletariado, no problematiza el hecho de que dicho sujeto sea europeo, masculino, heterosexual, blanco, judío-cristiano, etc. El proletariado de Marx es un sujeto en conflicto en el interior de Europa; lo que no le permite pensar fuera de los límites eurocéntricos del pensamiento occidental. La diversidad cosmológica y epistemológica, así como la multiplicidad de relaciones de poder sexual, de género, racial, espiritual, etc., no queda incorporada ni situada epistémicamente en su pensamiento (Grosfoguel, 2007, 69).
Podemos trabajar con el Marx “de fondo”, sin embargo siempre tenemos que tomar en consideración que cada espacio sea del centro o de la periferia contiene en su gen histórico un ejercito cultural de resistencia, y es ese gen que podemos evidenciar en la documentación aún enclaustrada en archivos latinoamericanos, sobre las luchas pre-independentistas podemos visualizar la incorporación de las mujeres, los negros, los indios y los mestizos en las luchas por la independencia latinoamericana, ese sujeto histórico aún vigente y latente, es nuestro PROLETARIADO.
Este conjunto de aspectos es lo que Castro-Gómez ha llamado “El punto ciego de Marx”, donde además ha resaltado que éstos no son importantes para el filósofo alemán sencillamente porque el colonialismo –que los implica– pertenece a relaciones feudales, premodernas, siendo un “momento” del comunismo, por lo que desaparecerá en la dialéctica entre el proletariado y la burguesía (2005a, 13-20). Por último, es preciso decir que el asunto del nombre de sus teorías es bastante problemático. El grupo comparte aspectos teóricos con las “teorías poscoloniales” –que incluye los estudios poscoloniales anglosajones y los subalternos–, pero a la vez tiene con ellas grandes diferencias; comparten algunas bases teóricas, pero el Grupo mc bebe principalmente de los teóricos latinoamericanos y no posmodernos o pos- estructuralistas –una excepción es Santiago Castro-Gómez–; asimismo, el Grupo mc tiene un lugar de enunciación distinto, América Latina, si bien parte de sus integrantes laboran en universidades en Estados Unidos donde también residen gran parte de los miembros de los estudios poscoloniales. Es por eso que el Grupo mc han decido inscribirse en lo que ellos llaman “teorías decoloniales”.
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