Las hijas de Bolivar

MARÍA DE JESÚS DAZA BONNIER
 Historiadora - Periodista
Las hijas de Bolívar
Esta es la historia de cinco hermanas que, a pesar de haber tenido una casi idéntica formación, sus vidas estuvieron signadas por las veleidades del destino. El Alba de cada una de ellas y sus familias esta allí, a la vuelta de la esquina. Miren el amanecer y vayan todos a construir una vida nueva, donde se reconozcan en lo bueno y lo mejor de cada uno, y lo disfruten maduramente; entiendan que no siempre les toca el mismo destino, pero todos tienen inmensas fortalezas. Dejen atrás la escoria heredada y con ella hagan abono para cosechar un mundo mejor, una Latinoamérica unida, fuerte y sobre todo de mucho amor.
I
La pequeña Venecia, libre y desinhibida, criticada por ser progresista y estar a la vanguardia, estuvo siempre ligada a militares quienes le entregaron los mejores años de su vida. Pasó épocas en las cuales no tuvo suerte en el amor y encontró acompañantes de muy poca solvencia moral, no era del todo afortunada en el amor pero el dinero parecía manar de sus entrañas.
II
Colombeia, bella y educada, universitaria, y conservadora, fue cortejada por hombres de muy buena familia pero de poca fortuna, como decimos aquí muy venida a menos. A pesar de haber forjado una familia muy trabajadora, el infortunio, las drogas y las malas juntas no faltaban en esa casa, su hija mayor, Panamá, separada de la casa desde pequeña, es considerada una de estas hermanas inseparables, sigue la suerte de Colombeia.
III
La más pudorosa, Ecuador, siempre se caracterizó por su buen gusto y belleza en medio de la modestia, en los últimos años se le ha visto muy contenta con un hombre buenmocísimo y, educado en las mejores universidades del mundo, se le ha abierto un futuro venturoso.
IV
La hidalguía y confianza en sus ancestros, su buena memoria histórica y una cocina exquisita además de las buenas relaciones con los asiáticos marcan la vida de Perú, da gusto visitarla aunque digna en su pobreza, pudiera ver pronto el Alba y estar mucho mejor.
V
La menor, la indiecita, era la consentida del padre, a diferencia de sus mayores decidió un camino de diversidad, sus ideas de avanzada le trajeron problemas graves, pero con entereza y sobre todo con la confianza de quien sabe que está bien encaminada en su trabajo, sus estudios y su vida económica y social, ha logrado imponerse ante quienes la señalaban como incapaz de seguir un camino independiente. Hoy es un ejemplo para todos.
Como en todas las familias, los hijos de unas y otras visitan y comparten, algunos hasta se quedan en casa de sus tías; a todos les gusta Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, pero a la hora de resolver sus problemas económicos hay un sólo destino: la pequeña Venecia, como dice la publicidad: allí encontrara de todo. Para nadie es un secreto que su buena fortuna dé para mantenerlos contentos, pero en este momento el punto es el respeto, si estas en casa ajena respeta las normas, si en tu casa eres aseado, educado, comedido, aquí debes ser igual; si en tu casa no hay respeto deja lo malo allá y aquí busca una vida mejor sin rencor y sin hablar mal del que te ha dado cobijo y casa, si miras con detalle a tu alrededor veras que somos una familia con defectos, como todas, pero unida por la solidaridad y ello nos hace ser uno de los colectivos más felices del mundo porque damos sin esperar nada a cambio, sólo deseando que tú seas tan feliz como nosotros.

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